
Retinopatía Diabética
¿Qué es?
La retinopatía diabética es una complicación ocular de la diabetes que afecta a los vasos sanguíneos de la retina, la capa de tejido en la parte posterior del ojo que convierte la luz en señales visuales para el cerebro. Esta enfermedad se desarrolla cuando niveles elevados de glucosa en sangre dañan los vasos sanguíneos, haciéndolos más propensos a filtrar líquido, inflamarse o formar nuevos vasos sanguíneos anormales.
Existen dos tipos principales de retinopatía diabética: no proliferativa y proliferativa. La forma no proliferativa es la etapa temprana y menos grave, donde se producen cambios como microaneurismas y exudados. Si la enfermedad progresa a la forma proliferativa, nuevos vasos sanguíneos se desarrollan y pueden causar hemorragias, desprendimiento de retina y pérdida de visión severa.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
El tratamiento de la retinopatía diabética busca controlar la progresión de la enfermedad y preservar la visión. Las opciones incluyen:
- Control estricto de la diabetes:
- Es fundamental mantener niveles de glucosa en sangre dentro del rango recomendado para prevenir el avance de la enfermedad. Esto incluye una dieta adecuada, ejercicio y medicación según la indicación médica.
- Fotocoagulación con láser:
- La terapia láser es un tratamiento eficaz para la retinopatía diabética no proliferativa y la proliferativa. Consiste en aplicar un láser en las áreas afectadas de la retina para detener la formación de vasos sanguíneos anormales y reducir el riesgo de hemorragias y desprendimiento de retina.
- Inyecciones intravítreas de medicamentos anti-VEGF:
- Los medicamentos como el bevacizumab o el ranibizumab se inyectan directamente en el ojo para reducir la formación de nuevos vasos sanguíneos y tratar el edema macular, una de las principales causas de pérdida de visión en la retinopatía diabética.
- Cirugía de vitrectomía:
- En casos graves donde hay hemorragias vítreas o desprendimiento de retina, la vitrectomía puede ser necesaria para remover el humor vítreo y reparar la retina, ayudando a mejorar la visión o detener la progresión de la enfermedad.
¿En qué casos se realiza?
El tratamiento de la retinopatía diabética se lleva a cabo en los siguientes casos:
- Diagnóstico confirmado mediante examen de fondo de ojo o tomografía de coherencia óptica (OCT): Para evaluar los cambios en los vasos sanguíneos y la presencia de exudados o edema.
- Presencia de microaneurismas o hemorragias: Indicativo de retinopatía no proliferativa que requiere vigilancia y tratamiento preventivo.
- Edema macular: Cuando la acumulación de líquido en la mácula afecta la agudeza visual, es crucial intervenir con inyecciones intravítreas o láser.
- Retinopatía proliferativa: Cuando se desarrollan nuevos vasos sanguíneos anormales, aumentando el riesgo de hemorragias y desprendimiento de retina, es necesario un tratamiento más intensivo como la fotocoagulación láser o cirugía.
- Factores de riesgo presentes: Pacientes con diabetes tipo 1 o tipo 2 que han tenido la enfermedad por más de 5 años o tienen un control glucémico deficiente deben someterse a exámenes regulares para detectar signos tempranos.
Es esencial un diagnóstico temprano y un manejo adecuado para evitar la pérdida de visión. Los pacientes diabéticos deben realizarse exámenes oculares periódicos y seguir las indicaciones de su oftalmólogo para reducir el riesgo de complicaciones graves.